EL GOBIERNO DEBE EXPLICAR A LOS ASTURIANOS POR QUÉ NO CUENTA CON LOS AGENTES DEL MEDIO NATURAL, UN CUERPO CON 140 AÑOS DE HISTORIA, PARA LA PROTECCIÓN DE SU PATRIMONIO NATURAL.
Cuando
se declaró el estado de alarma por el Covid19, desde AGUMNPA dirigimos una carta
al Consejero de Desarrollo Rural, Alejandro Calvo, pidiendo la integración de los Agentes del
Medio Natural en el operativo de lucha contra la pandemia para colaborar no
solo en el ámbito directo de nuestra competencia -la custodia y vigilancia del
medio natural- sino, como habilitaba el Decreto por el que se decretaba el
Estado de Alarma, en el grupo de apoyo social y en el de orden (hay que decir
que en el plan INFOPA los Agentes del Medio Natural si figuramos en ambos
grupos).
En
principio, la única respuesta fue un decreto de servicios mínimos donde sólo
trabajaba un Agente por territorio junto con un Agente Mayor, principalmente
para atender reclamaciones de daños de
lobo, pues se consideró que esa, junto con los incendios forestales, era una cuestión prioritaria.
Transcurrido
un mes desde la declaración del estado de alarma entendimos que la ausencia de
servicios programados de vigilancia del medio natural suponía una dejadez de la
función que la ley concede a nuestra administración. A la vez, la
identificación de diferentes actuaciones ilegales (en materia de incendios y
cinegéticas) por parte de los Agentes del Medio Natural trabajando en servicios
mínimos dejaba patente la necesidad de poner en marcha los servicios de
vigilancia.
Por
ello enviamos un nuevo escrito al Consejero instándole a reanudar dichos
servicios. La respuesta que recibimos, diplomática donde las haya, es que “se
ha dado orden de movilizar recursos donde se detecten urgencias” especialmente
para garantizar la cadena alimentaria (si, la cadena alimentaria…).
Pero
la prueba definitiva de que el gobierno asturiano se ha desentendido de la
custodia del medio natural es el hecho de que se ha ordenado la reincorporación
de toda la plantilla no para custodiar el medio natural - como sería su deber -
sino para, literalmente, “dar
cobertura a la caza y la pesca”.
Parece
una broma pero no lo es. Durante el
confinamiento el colectivo únicamente atendió incidencias, daños a
agricultores y ganaderos y ahora a los cazadores y pescadores. La protección de
la naturaleza, parece evidente, no es una prioridad para este gobierno, pese a
que tiene la obligación de hacerlo.
Ha
habido tiempo para organizar una reincorporación al trabajo, básicamente en
materia de seguridad para los trabajadores; habilitación de espacios de
trabajo, limpieza de los vehículos y distribución de los mismos, protocolos de
seguridad, etc, pero como siempre sucede, se ha hecho de un día para otro de manera improvisada y sin contar para nada
con los agentes, algo a lo que por desgracia nos vamos acostumbrando.
Tampoco
se han establecido protocolos de inspección que garanticen la seguridad de los
agentes en esta situación de pandemia. ¿O es que nadie se ha parado a pensar
los riesgos que debe asumir un Agente del Medio Natural que realiza una
inspección de pesca o de caza comprobando artes, cestos o
vehículos?.
El mensaje que se ha
transmitido ha sido claro, pero no puede ser más nefasto: no se espera que
desarrollemos nuestra función inspectora, o si la hacemos será bajo nuestra
responsabilidad. Tal vez la cobertura que se
pretende que demos a los pescadores es
esta, mirar para otro y desentendernos de nuestra función de policía
medioambiental.
Así
las cosas, lo único que ha sido gradual ha sido el progresivo
acercamiento de los sucesivos gobiernos a los distintos grupos de presión que
desarrollan su actividad en el medio natural (pescadores, agricultores o
maderistas). Ellos en este momento son los que dictan las directrices de la
política medioambiental en Asturias y nadie desde el gobierno presenta objeción
alguna.
El
cuerpo de Agentes del Medio Natural es la única garantía de protección de
nuestro paraíso natural, de que se persigan
las acciones contra él y de que se haga cumplir y se respete la
legislación medioambiental. Si el gobierno de Adrián Barbón ha decidido que
dejemos de realizar nuestra función, como mínimo, debería comunicarlo a los
asturianos para que toda la sociedad pueda saber cuáles son las verdaderas
prioridades de este gobierno.
O
sobra el paraíso natural o sobra el responsable de su custodia. Nosotros nos
inclinamos por lo segundo.