EL NUEVO GOBIERNO ASTURIANO DEBE DEJAR ATRAS UN MODELO DE PROTECCION OBSOLETO QUE IMPIDE A LOS AGENTES DEL MEDIO NATURAL DESARROLLAR SU FUNCION DE CUSTODIA.
A
punto de cumplir los primeros 100 días del gobierno emanado de las últimas
elecciones legislativas son pocas, o ninguna, las decisiones que, para bien,
afecten al colectivo de Agentes del Medio Natural. Se mantiene la dispersión del colectivo, se
ignoran sus reclamaciones justas sobre su seguridad y se hacen oídos sordos a
la advertencia de la Fiscalía de Medio Ambiente por segundo año consecutivo en
su memoria anual, acerca de las cortapisas que se ponen a las BRIPAS para
desarrollar su tarea de investigación en incendios forestales, a día de hoy, la
mayor amenaza para nuestro patrimonio natural.
El
discurso oficial que se transmite desde el gobierno, en lo referido a la
protección del medio ambiente resulta preocupante pues dar a entender que proteger la biodiversidad o los
ecosistemas fuera un capricho de urbanitas que no podemos permitirnos y que son otras las prioridades, pues la primera medida adoptada ha sido autorizar la eliminación de 40 ejemplares de lobo ibérico.
Falta
un enfoque global de la protección del medio ambiente que se aleje de una vez
del intervencionismo en materia de caza o pesca o gestión forestal que, tal
vez, resultaba normal en los años 60, pero que en este 2019 resulta anacrónico
a la mayoría de los ciudadanos que no son cazadores ni pescadores ni
maderistas. Es necesario un enfoque
integrador que considere la naturaleza como el bien jurídico de incalculable
valor que es y cuya conservación debe implicarnos a todos.
En
primer lugar es necesario poner en valor ese patrimonio y darlo a conocer a la
sociedad. Especialmente a quienes viven en las zonas rurales que deben entender
que la única garantía de futuro para sus comunidades es la conservación del
medio en el que se encuentran. Para ello hay que desarrollar programas
divulgativos en las escuelas, servicios de comunicación e información en los
parajes de mayor afluencia debido a sus excepcionales condiciones naturales y
un trabajo proactivo de vigilancia y protección que evite acciones contra ese
medio natural.
Toca
olvidarse del “Guarda” que transportaba la pieza cobrada o que enseñaba al
pescador la mejor postura para prender un salmón. Lo que se espera hoy en día
de los AMN es que tengan una formación superior sobre el medio natural y estén
preparados para afrontar cualquier intervención en el mismo; desde la recogida
de un animal herido a la dirección de la extinción de un incendio forestal o la elaboración de un atestado desde su condición de Policía Judicial.
Desde realizar una inspección técnico ocular en un escenario donde se han
encontrado cebos envenenados a tomar muestras ante un vertido a rastrear la
presencia de una especie catalogada o a realizar un control sobre un animal
salvaje que pueda suponer un riesgo para la población . Eso es lo que esperan
los asturianos de nosotros y eso es lo que tenemos que dar, lo contrario
supondría un fraude para los ciudadanos..
Es
necesario dejar atrás un sistema de trabajo basado en la atención primordial a
las actividades piscícolas, cinegéticas o forestales que supone detraer efectivos
humanos de otras tareas, creemos, más acordes con la protección del medio
natural que establece nuestro ley de creación. Unificar el colectivo como lo
que es un cuerpo especializado cuya función esencial es la custodia del medio
natural, establecer un decreto de horarios que ponga fin a la prestación
“voluntaria” de un servicio público como sucede en la actualidad y un plan de
comarcalización que optimice los recursos humanos y materiales para la función
que tenemos asignada.
Para
los compañeros que nos visitan de otras regiones de España resulta
incomprensible que una Comunidad Autónoma
con el potencial de riqueza en biodiversidad y paisaje carezca de un sistema de
vigilancia y protección adecuado a las necesidades actuales. Este hecho resulta
de especial gravedad si mencionamos el hecho de que en la mayoría de las CCAA
se han producido cambios en la estructura, dotación y funcionamiento de los
AAFFMA (acceso a la formación, dotación
de vehículos, imagen corporativa, protocolos de actuación, colaboración con
otros cuerpos , planes de educación medioambiental) que hacen que nos
encontremos en el furgón de cola de la protección medioambiental en nuestro
país.
Asturias
no puede permitirse una legislatura más sin abordar los cambios necesarios pues
eso establecería un escenario difícilmente asumible para nuestro colectivo y
para toda la sociedad asturiana. Nuestro
excepcional patrimonio natural no pertenece en exclusiva, como parece
trasladarse desde el ejecutivo, ni a los ganaderos, ni a los pescadores. Ni
siquiera a los “paisanos” si se entiende por tal a quienes habitan en nuestras zonas
rurales y de montaña. A ellos les compete, en todo caso, colaborar activamente
en la conservación y mejora de ese patrimonio que es su entorno habitual pero,
en ningún caso, propiciar o reclamar actuaciones que vayan en contra del mismo.
Es
necesario situar la política de protección medioambiental en el lugar que le
corresponde que, de acuerdo con la legislación, es como condicionante para el
desarrollo del resto de las políticas sectoriales como sucede en el resto de
los países desarrollados. Nunca al contrario.
Y
en esa tarea la existencia de un cuerpo de funcionarios como es el de los AMN
resulta imprescindible, por cuanto que es la herramienta adecuada no solo para
“ser los ojos de la administración” gracias a su presencia continuada en
nuestros montes sino para desarrollar políticas efectivas de gestión ambiental,
controlar el ordenado aprovechamiento de los recursos naturales y asegurar el
cumplimiento de la ley en su función de policía medioambiental.
No
es posible seguir “vendiendo” a los asturianos una protección de la naturaleza
que no es real, y no lo es porque desde las instancias políticas se ha decidido
priorizar otros intereses ajenos por completo al derecho de los ciudadanos a
disfrutar de un medio ambiente óptimo.
Desde
AGUMNPA reclamamos a este gobierno la puesta en marcha de actuaciones en este
sentido y, a tal fin le trasladaremos un documento con las actuaciones que, a
nuestro juicio deben abordarse de forma inmediata. Entendemos que requerirá tiempo
y recursos pero, sobremanera, requerirá voluntad por parte de los responsables
y sobremanera, la necesidad de considerar la protección del medio natural como ,
pero que no deben dudar que esa tarea será reconocida y valorada po la sociedad
asturiana.