Los hechos se produjeron
en distintas fechas del año 2015 y principios del 2016, como resultado de un
operativo llevado a cabo por los Agentes del Medio Natural del Principado de
Asturias con el fin de detectar acciones furtivas en un determinado área del Concejo.
Debido a que la zona de
campeo de los furtivos estaba muy cercana al pueblo del que partían, que hacía
difícil establecer operativos de vigilancia si ser detectados; y por la difícil
orografía y densa vegetación, se procedió a la colocación de 2 cámaras en los
montes públicos de la zona, que captaron la presencia de cazadores armados con
perros y cubiertos con pasamontañas – casi siempre en solitario – y en distintas fechas.
El trabajo de
investigación permitió identificar a tres personas con armas y perros tirando
de un jabalí muerto, por lo que los Agentes del Medio Natural procedieron a
formular las pertinentes denuncias por la comisión de una falta muy grave a la Ley de caza de Asturias.
Además, una de estas personas fue denunciada por la comisión de varias
infracciones más a la Ley
de Caza, al aparecer en diferentes días y horas portando un arma de fuego y
siempre sin permiso.
La reiteración de estas
acciones, la aparición de furtivos encapuchados – con el consiguiente riesgo
para la seguridad de los Agentes del Medio Natural que operan por la zona –,
además de que los hechos en su mayoría quedaban registrados en las proximidades
del pueblo, con riesgo añadido las personas que transitaban por la zona obligó
a poner estos hechos en conocimiento de la Fiscalía de Medio Ambiente de Asturias.
La última de las actuaciones, fruto
del trabajo conjunto entre los Agentes del Medio Natural y El Servicio de
Protección de la Naturaleza
(SEPRONA), permitió la interceptación de uno de los furtivos, que fue
denunciado por la comisión de un delito del Código Penal contra la fauna y otro
por tenencia ilícita de armas.