La Guardería del Medio Natural del Bajo Narcea, compuesta por 8 efectivos, está en una situación límite para poder cumplir con los servicios mínimos por la carecer de vehículos. La falta de renovación de la flota y la dejadez de la Dirección General de Recursos Naturales y la Sección de Vigilancia, que no aportan una solución para que estos funcionarios puedan desarrollar su trabajo en plenas condiciones, nos llevan a denunciar una situación que desde AGUMNPA consideramos vergonzosa e intolerable.
La situación actual es que para 8 Guardas del Medio Natural, sólo hay operativos dos vehículos, que tienen más de 220.000 Km, con 9 y 12 años de antigüedad, con los riesgos de seguridad para los compañeros, al tratarse de vehículos con muchos kilómetros y sin las medidas de seguridad adecuadas para unas condiciones duras de trabajo. Esta carencia de medios, que se lleva arrastrando durante meses, repercute directamente en la vigilancia del salmón en la época más delicada para la especie, la época de desove, donde la vigilancia activa en el río debería ser constante para evitar furtivismo y favorecer el éxito reproductor de una especia emblemática en nuestros ríos. Lo mismo sucede con el resto de tareas de vigilancia y protección de la naturaleza que la Guardería del Medio Natural tiene encomendadas; el aumento del número de inspecciones en daños de lobo en la zona y la carencias en vehículos y personal, hacen que estos funcionarios se dediquen casi en exclusiva a realizar esas inspecciones, no pudiendo realizar su función principal que es la policía y custodia de los recursos naturales. Con esta situación nos encontramos con que el río salmonero por excelencia carece de una vigilancia efectiva.
Desde AGUMNPA no podemos consentir que trabajadores públicos se jueguen su seguridad con coches viejos y sin las medidas de seguridad adecuadas para el trabajo que desarrollan y que se pongan en peligro los servicio públicos y la protección de nuestros recursos naturales. Así mismo, consideramos inaceptable la imagen deplorable que los funcionarios, y por extensión el propio Gobierno del Principado de Asturias, están dando a la sociedad con coches en un estado ruinoso.